Hace poco leí un artículo sobre las diferentes propiedades que tiene la costa, que hace que las personas que viven cerca del mar sean más felices, más saludables y vivan por más años.
Me parece increíble cómo la naturaleza nos brinda elementos y espacios en los que podemos sentirnos mejor, sanar y conectarnos con nosotros mismos. Por ejemplo, meter nuestros pies en la arena o caminar por la playa aumenta la sensación de relajación ¡La mejor sensación!
Uno de los beneficios es que motiva al sistema cardiovascular, ya que renueva el flujo sanguíneo y por otro lado disminuye la probabilidad de padecer de osteoporosis porque ayuda a los huesos en la absorción de calcio cuando vamos caminando sobre la arena.
Claro, que los beneficios no solo vienen de la arena, el sol y el calor tienen efectos sedantes, entonces luego de un día en la playa, después de caminar y meterse en el mar, nos va a ser mucho más fácil relajarnos y dormir placenteramente. Por otro lado ¨la ionización negativa de la brisa marina aumenta los niveles de serotonina, con lo que comienza a disminuir los niveles de ansiedad¨ como explica Araceli Muela García, especialista en hidrología médica:
Por eso no es casualidad que cuando vamos a la playa, el viento salado sobre la piel, revolcarnos en la arena, las olas del mar y dar un paseo por la orilla… ¡nos hagan sentir tan bien y de taaan buen humor!
El propósito de este pequeño escrito no es solo informarnos sobre los beneficios -abajo les dejo el link a un artículo que cuenta muchos más-, sino enamorarnos de estos espacios, y entender que la salud de la naturaleza está nuestras manos y que somos los responsables de crear hábitos y exigir opciones al mercado que sean amigables con el ambiente. ¿Para qué? Para seguir disfrutando de todo lo que la naturaleza nos brinda.
Link:
5 razones por las que ir a la playa es bueno para tu salud